Que grandes maestros hemos tenido

En los más lejanos tiempos de mi inicio como estudiante, uno de mis más sabios maestros decía siempre que antes de salir de casa cada día a cumplir sus deberes (que eran ni más ni menos que intentar iluminar con más o menos suerte a 4 o más perdidos como yo ), seguía la curiosa costumbre de mirarse en el espejo, inclinar levemente la cabeza a un lado, darse un par de suaves toques contra la pared, y hacer algún comentario tal como "Clock, clock, clock... ", aquel sabio con imagen de genio alocado, decía que esa sana costumbre le ayudaba a afrontar el día con más fuerzas y más paciencia con el resto de personajes con los que temía soportar o encontrarse a lo largo de esa jornada que se le venía por delante...  // (El Tony, clock, clock... ) //

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